Algunas veces se asocia al “merchandising” con el uso de elementos promocionales, sin embargo, vale la pena diferenciar los dos conceptos. Por un lado, el merchandising hace referencia a las estrategias para motivar las compras en un punto de venta, mientras que los artículos promocionales son elementos “brandeados” para generar recordación y posicionamiento de marca.
En ese sentido, ambos pueden ser parte de una misma estrategia de mercadeo que en resumen, se podría definir en 4 pasos: motivación, comunicación, recordación y posicionamiento:
Motivación
Es la etapa en la que se induce al cliente potencial o espectador a conocer el producto o servicio. Aquí generar expectativa es clave para despertar el interés mediante promociones, el anuncio de novedades, cambios u ofertas.
Comunicación
Aquí se engloban los procesos y formas de dar a conocer las características tanto de los productos o servicios como de las mismas marcas. Dependiendo de la eficiencia en la comunicación el cliente puede encontrar un punto en común que comparta con la marca, y de allí abrirle la puerta para aceptar sus acercamientos.
Recordación
Los artículos promocionales juegan un papel crucial aquí. Elementos de uso diario o decorativos se convierten en piezas de branding que el usuario, más allá de tener un contacto visual con ellos, incorpora a sus rutinas y hábitos, abriéndole la puerta a la marca para que haga parte de su día a día.
Posicionamiento
El posicionamiento de marca es un proceso resultante de los pasos anteriores. Si bien es una estrategia en sí, también es una consecuencia de una comunicación acertada y una recordación fuerte – en caso de ser efectivo -.
En ese sentido, artículos promocionales que cumplan con unos criterios de calidad y utilidad para el usuario, tienen mayor índice de aceptación para crear y/o fortalecer el vínculo entre el cliente y la marca.
Fuente: Revistar PYM – http://www.revistapym.com.co/mercadeo/articulos-promocionales